Policiales

Se confirmó la prisión perpetua para el policía que mató a Luciano Olivera

En la audiencia de Cesura, el juez Facundo Gómez Urso fijó la pena a perpetuidad para el policía Maximiliano González, a quien un jurado popular lo había hallado responsable del asesinato del adolescente Luciano Olivera.

El policía bonaerense Maximiliano González, que días atrás había sido declarado culpable por el homicidio del menor Luciano Olivera (16), fue condenado a prisión perpetua.

El juez Facundo Gómez Urso dictó la única pena prevista para el delito de homicidio triplemente agravado por el uso de afirma de fuego, por tratarse de un funcionario policial y por alevosía, luego de que un jurado popular resolviera que era responsable del crimen registrado en Miramar.

El fallo se conoció luego de que se celebrara la audiencia de Cesura, en cuyo transcurso se evaluó la posición de las distintas partes.

El crimen ocurrió en la madrugada del 10 de diciembre de 2021, cuando Olivera se encontraba con amigos en la plaza central de Miramar jugando al fútbol y escuchando música. Vecinos de la zona llamaron al 911, molestos por los ruidos y a los pocos minutos arribó un patrullero con el propósito de intervenir.

Fue entonces cuando Olivera se fue en la motocicleta con la cual había llegado y que pertenecía a su familia. Ante esta circunstancia los policías dieron aviso de una “fuga” y comenzó una persecución que se extendió por algunas cuadras de la vecina localidad.

Olivera llegó a la avenida 9, mientras era seguido a los lejos por el móvil. Tras escuchar el pedido de apoyo, otro patrullero, en el que iba González, junto a sus compañeros Nelson Albornoz, Kevin Gerricagoitía y Rocío Mastrángelo, cortó el paso en la calle 34.

Una vez detenidos a modo de retén, los policías se aprestaron a enfrentar la motocicleta que se les acercaba. González bajó por la puerta trasera derecha, sacó su arma y disparó cuando Olivera llegó hasta su posición. Producto del disparo, que dio en el pecho, el adolescente murió.

Durante el juicio por jurados el fiscal Fernando Berlingeri y el particular damnificado, Gregorio Dalbón, habían solicitado la prisión perpetua, mientras que la defensa intentó sostener el escenario de un homicidio culposo.

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